Presa y aljibe de Sidi Bu Othman

Población: Sidi Bu Othman
Provincia: Marrakech
País: Marruecos
Coordenadas geográficas: 31.907684 / -7.932500
Tipología: arquitectura civil
Nº inventario: 761


Unos 35 km al norte de Marrakech, en la ruta que conduce desde esta ciudad hacia el norte de Marruecos, se encuentra una singular obra hidráulica atribuible con bastante certeza al periodo almohade. Esta ruta, tras atravesar el puente del río Tensift construido en esta misma época, se dirige hacia un collado por el que atraviesa la pequeña cadena montañosa que delimita por el norte el valle de ese río y lo separa de la llanura esteparia que se extiende más al norte. En ese lugar se bifurca el camino de modo que una vía sigue en dirección norte hacia Rabat, mientras que otra toma una dirección más hacia el este con destino a Fez y a la región nororiental del país. Este punto coincide además con lo que se puede considera un final de etapa o jornada en un viaje realizado con medios de transporte animal.

La obra en cuestión consiste en un gran aljibe de almacenamiento de agua junto con los sistemas de captación para su llenado, formados por una presa sobre una rambla de flujo intermitente y que está generalmente seca y otro pequeño muro que desviaba el agua de otro cauce menor. El objeto de estas construcciones era sin duda asegurar el abastecimiento de agua a las caravanas y viajeros que transitaban por esa ruta, algo fundamental para la estructura organizativa del estado almohade y que permite considera esta obra como una infraestructura estatal. Este sistema, imprescindible en una región de escasa pluviometría, pero en la que sí se producen en ciertos momentos lluvias torrenciales, permitía almacenar esos grandes caudales de agua de escasa duración, para su uso en los largos periodos de sequía.

La presa principal está formada por un gran muro, de dirección aproximada norte-sur, que cierra el cauce de manera oblicua y que presenta un ligero quiebro en el centro de este. Esta disposición permitía desviar todo el caudal hacia la margen derecha de la rambla, que fluye en dirección sureste-noroeste. En el extremo norte de la presa un canal conducía el agua hasta el aljibe situada en una plataforma del terreno junto al cauce de la otra rambla menor. Este gran muro se encuentra actualmente roto en su zona central, por donde hoy sigue fluyendo la rambla cuando lleva agua; en gran parte de los laterales, en especial en la margen derecha, la presa aparece colmatada por los aluviones arrastrados por la corriente que también han enterrado el canal que conducía el agua hasta el aljibe.

El muro de la presa tenía 48 m en su tramo junto a la margen izquierda y 59 en el de la margen derecha, del que faltan unos 17 m en la zona central del cauce cuyos fragmentos están esparcidos aguas abajo. En algún momento la presa debió sufrir una socavación en su zona central, donde quizás no llegó a cimentarse sobre roca como si se observa que lo está en la margen derecha, que produjo su rotura y el arrastre de trozos de ella.

La configuración del muro es distinta en cada sector. Así, en la zona norte, donde gran parte de la obra está asentada sobre la roca, se observa que se construyó un muro de hormigón de cal de 0,65 m de espesor de cara a la corriente, al que se añadió una masa de hormigón de 2,95 m de espesor por la parte de aguas abajo, con el coronamiento en pendiente para facilitar el paso del agua que pudiera sobrepasar la presa. La parte de la presa del lado sur que se quiebra respecto a la anterior, está construida con dos muros paralelos, uno de 0,51 m de grueso que forma la cara contra la corriente y otro de 0,55 m separado 1,25 m del anterior. La zona intermedia se rellenó también con una masa de hormigón. A estos dos muros y su relleno se les añadió por el lado de aguas abajo otra masa de hormigón de 3,20 m de ancho con la parte superior inclinada para facilitar el paso del agua. La altura de la presa supera en la zona central los 2 metros. Parece que la zona sur se construyó en un segundo momento pues muestra adosamiento a la anterior sin que pueda saberse si fue por el proceso constructivo seguido o por haberse efectuado después de transcurrido un tiempo, quizás por haberse producido una alteración en la orilla del cauce.

Esta barrera permitía desviar el agua a un canal que la conducía en dirección norte, hasta unos 50 m de distancia, en donde giraba en dirección noreste hasta alcanzar un estanque de decantación. Este canal, que tenía unos 3,70 m de anchura, hoy se encuentra totalmente colmatado y oculto, pero pudo ser investigado por Charles Allain en 1947.

El estanque de decantación, dispuesto junto al aljibe, tiene unas dimensiones de 12,50 x 6,20 m y permitía retener los elementos sólidos que el agua arrastraba para que no entraran en el depósito evitando de este modo que se produjeran sedimentos dentro del mismo. Este estanque está adosado en el centro del lado suroccidental del aljibe. El agua pasaba a sus tres naves centrales a través de tres orificios colocados a la altura adecuada para que los arrastres quedaran retenidos.

El aljibe es una gran construcción que en superficie ocupa un rectángulo de unos 50 x 25 m. Interiormente se compone de nueve naves dispuestas en paralelo en la dirección más corta, cubiertas con bóvedas de cañón. Las naves tienen 3,85 m de ancho, 22,10 m de largo y unos 4,30 m de altura hasta la clave de la bóveda. Los muros que las separan tienen 1,55 m de espesor y cada uno tiene dos aberturas para comunicar las naves contiguas, de 1,25 m de ancho y 2,30 m de altura. Solo la nave extrema del lado noroeste y parcialmente la siguiente están liberadas de la tierra que colmata la mayor parte del aljibe. Hay constancia, porque se conservan en algunas naves, que cada una estaba dividida en cuatro compartimentos por tres muros transversales de 0,47 m de espesor; en la nave que está libre de tierra no se han conservado, en la siguiente sólo se mantiene el muro del centro y solo en la tercera están los tres; en las siguientes no se ha podido verificar su presencia. Cada uno de estos muros tiene un arco de 1,40 m de luz que permiten comunicar todos los espacios. Lo que no queda claro es que función tenían estas compartimentaciones; como refuerzo de la estructura no tienen ningún sentido pues las bóvedas y muros son sobradamente sólidos, y tampoco serían muy eficaces si se quería aislar el agua entre distintas partes del aljibe.

Cada una de las naves tiene su bóveda perforada por ocho orificios circulares de unos 0,45 m de diámetro que servían para extraer el agua del aljibe. Hasta 1947 conservaban brocales de pozo de cerámica, muchos de ellos con decoración estampillada y algunos vidriados, que se usaron como encofrados perdidos al hormigonar la bóveda; esto causó que el relieve de la decoración generara improntas en la masa de hormigón que aún se aprecian en algunos sitios. El investigador francés Charles Allain procedió a extraerlos de sus emplazamientos, para lo que tuvo de eliminar el hormigón que los rodeaba generando una especie de cráteres en torno a los orificios que hoy se encuentran muy desfigurados, salvo siete de ellos que al parecer no conservaban las piezas cerámicas. Los 72 orificios que presenta la superficie exterior del aljibe, que en origen sería plana, permitían la extracción, mediante odres o recipientes de madera, del agua necesaria para dar de beber simultáneamente a un gran número de animales y personas.

Quizás en un momento posterior a la construcción inicial, se dispuso otro pequeño estanque de decantación en el lado opuesto del principal, que recogía el agua de la rambla que discurre por el noreste del aljibe, a poca distancia de él. Tiene de dimensiones 9,40 m x 3, 10 y mediante dos orificios vertía el agua en la nave central y en la inmediata por el sureste del aljibe. Para ello se levantó un muro de 0, 90 m de espesor y unos 20 m de largo que represaba el agua de la rambla. En el extremo de este muro, en la margen opuesta del cauce, hay dos muros paralelos de 0,50 m y con una separación igual, que quizás pudieron formar parte de un abrevadero.

La presencia de los brocales de pozo cerámicos, piezas muy características y cuyo uso está atestiguado abundantemente en el siglo XII, permiten confirmar la datación de este interesante conjunto hidráulico como obra almohade  

Antonio Almagro


Bibliografía:
  • Charles Allain, "Les cisternes & les margelles de Sidi-Bou-Othman", Hespéris: Archives berbéres et Bulletin de l'Institut des hautes études marocaines, 1951: 423-435.
  • Dolores Villalba Sola, La senda de los almohades: arquitectura y patrimonio. Granada: Universidad de Granada, 2015.