Esta pequeña torre de planta octogonal formaba parte de la muralla que separaba la qasba, mandada construir por el califa Abu Yusuf Yacqub al-Mansur al sur de la ciudad, de la medina de Marraquech. Aunque no se conservan restos de las murallas que a ella se unían, se interpreta que estaba situada en el vértice de un saliente que formaba el cierre septentrional de la alcazaba. Por su situación, orientación y proyección no pudo pertenecer al recinto amurallado de la ciudad antes de la construcción de la qasba, sino que tuvo que formar parte del cierre defensivo de esta. Aunque no hay datos fehacientes que permitan datar esta obra en ese momento inicial de la qasba, tanto la forma de la torre, de planta octogonal, como el tipo de aparejo utilizado en su construcción, a base de hiladas de mampostería de piedra separadas por dos o tres hiladas de ladrillos, permiten suponer que así es. La torre es maciza, cosa bastante lógica dadas sus escasas dimensiones pues apenas tiene 4,80 m de ancha. En la actualidad tiene una altura de 8,75 m incluyendo un peto enfoscado de 1,00 m de aspecto moderno.

Son numerosos los paralelos que pueden invocarse de torres octogonales en la arquitectura militar almohade, especialmente en al-Andalus, pero también en Marruecos existen suficientes casos como para defender la datación almohade de esta torre. En el mismo Marrakech hay torres semi-octogonales en las puertas de  Bāb al-Raḥāʾ y Bāb al-Majzen y en Rabat también existen formas similares en Bāb al-Hād y en otra puerta semejante que existe dentro del palacio real.

Antonio Almagro

• Deverdun, G., Marrakech des origines à 1912. Rabat: Editions Techniques Nord-Africaines, 1957.