La ciudad andalusí de Sevilla estaba defendida por un recinto amurallado que cubría 273 ha, en cuyo contorno se abrían doce puertas generales y dos postigos, con una puerta moderna, inaugurada en 1760. En su interior había varios recintos menores; en el norte el de La Almenilla, pequeño y relativamente sencillo, que empezó a desaparecer con el tendido y multiplicación de las vías del ferrocarril en la segunda mitad del siglo XIX. Al sur existió un complejo de ocho recintos yuxtapuestos, cuyos trazados precisos, conexiones y elementos son objeto de estudio y debate. Cerca de la ciudad destacaban en el siglo XVI dos castillos, el de Triana, que era andalusí, y un palacio con apariencia encastillada, la huerta del Rey o Buhayra, que era de origen almohade aunque su apariencia militar se configuró como tal en la primera mitad del siglo XV. También hubo torres aisladas en el contorno de la ciudad, especialmente en la zona sur y sureste.
Los catorce pasos históricos mencionados al principio definen otros tantos tramos de la muralla de la medina, cuyo recuento, basado en una puerta bien conservada, la del Agua, y el sentido levógiro propio de los rituales musulmanes, hacen que el primer tramo (01, de la puerta del Agua a la puerta de la Carne) sea precisamente este, que incluye los lienzos que se pueden ver desde los jardines de Murillo por la cara de extramuros.
Concretamente estos lienzos comienzan en la plaza de Alfaro, al comienzo del callejón del Agua y concluyen en la plaza de Refinadores, lo que supone un trayecto de unos cien metros, entrecortados por la calle Nicolás Antonio, que fue abierta en 1911 a costa de cortar directamente la muralla que, por cierto, está muy soterrada, ya que no hay ni rastro de la barbacana que acompaña a los lienzos de este tramo desde la puerta del Agua a la citada plaza de Alfaro. Toda la obra es de tapia, mostrando dos apariencias y calidades estratificadas, pues la inferior es de escasa consistencia por el exceso de áridos de gran granulometría, es decir, cantos rodados bastante grandes y poca cal, y la superior de bastante mejor calidad.
En estos lienzos destacan sólo dos elementos defensivos antiguos, la torre 01A05, que está virtualmente completa e incluso recrecida, y los restos de la torre 01A06, que prácticamente es un dado macizo de tapia muy degradada; la primera, ubicada a 44 m de la anterior, que es la última de los jardines del Real Alcázar, tiene una altura total de 15 m; su base es la base maciza habitual de las torres del amurallamiento sevillano, que llega desde el actual suelo de los jardines a la cota del adarve del muro sin nada notable salvo que, a cierta altura, muestra en el frente un blasón de piedra en relieve incrustado en el tapial, que es un añadido moderno, quizás de los tiempos del marqués de la Vega-Inclán, completamente excepcional en todo el circuito; la torre posee tres cámaras de las cuales la superior aparenta ser moderna, pues es de ladrillo sobre un zócalo de tapial que debe ser el parapeto de azotea medieval; por el exterior la adornan siete listeles, aunque los tres superiores son modernos, quizás tomando como modelo los de la torre 01A03; los otros son antiguos, y más complejos que los de aquella, pues se emparejan y conectan entre si mediante líneas verticales en los costados. Los huecos actuales son modernos, aunque por lo menos son los mismos de las fotografías viejas. No hay datos de cómo se accedía a las cámaras antiguamente, pues las imágenes presentaban hasta hace poco una serie de curiosos pasadizos y escalerillas metálicas modernos, externos, ubicados en la fachada trasera, que es completamente lisa; entre los listeles inferiores se conservan extensas partes enlucidas.
La calle Nicolás Antonio ha dejado visibles dos secciones del muro, constituidas por cuatro estratos, que describimos teniendo en cuenta los datos que se pueden ver entre las torres 01A03 y 01A04, como parte de los vecinos jardines del Real Alcázar:
Estrato I. Se identifican con claridad la cara exterior de la muralla de tapia, con su adarve, parapeto y merlones, que se aprecian sobre todo en la sección norte. Es la parte del muro de menor calidad.
Estrato II. Arrimada a la cara intramuros existe una conducción horizontal de atanores de cerámica cuyo diámetro interior oscila entre 22 y 32 cm, y cuyo eje discurre a 5,60 m de altura sobre la liza. Es decir, queda a la altura de los merlones del estrato I.
Estrato III. Para sostener esta conducción en la cota del agua, fue necesario recrecer la fábrica, protegerla por los lados y construir un nuevo paseo de ronda, mediante tapia de aspecto distinto, con parapeto, merlones, almenas y adarve transitable.
Estrato IV. Por el exterior, en el mismo lugar de los jardines de los Reales Alcázares, se observa que, a la misma cota de la interior, hay otra conducción de atanores, de diámetro interior entre 31 y 25 cm
Parece claro que estamos ante tres obras; la primera, exclusivamente defensiva, produjo el muro primigenio con sus torres; en segundo momento se decidió que este muro sirviera como acueducto lo que obligó, forzados por el peso del agua, a sostener en alto y proteger la conducción; la segunda conducción representa un tercer momento constructivo, cuya ubicación al exterior de la muralla sugiere que ésta no tenía ya uso defensivo. Por lo que concierne a la tubería interior un texto musulmán permite fecharla:
«Fue [a la puerta de Carmona] al-Hayy Yacis, el ingeniero, y cavó alrededor de los vestigios mencionados, y he aquí que apareció la traza de un acueducto, por el que se conducía el agua antiguamente a Sevilla [...]. Niveló la tierra desde este sitio, y condujo el agua por el terreno nivelado hasta la Buhayra citada. Se alegró con ésto el Amir al-Mu/minin, y luego mandó conducirla y llevarla al interior de Sevilla, a los palacios, para bebida y comodidad de la gente con su más perfecta generosidad, con acabada ingeniería y disposición. Mandó construir un depósito para el agua dentro de Sevilla en la calle Mayor; se llevó allí el agua el sábado, 15 de Yumada al-ajira del año 567 (13 febrero 1172)»[1].
Con lo que podemos establecer la cronología absoluta de este tramo del muro de la medina
Estrato I. Anterior a 1171.
Estrato II. Anterior al 13 de febrero de 1172.
Estrato III. Obra empezada en la misma fecha, 1172.
Estrato IV. Obra empezada en 1622.
[1] Huici Miranda, 1969: 190-191.