La Bāb Agmāt se encuentra ubicada en el frente sur del recinto amurallado de la ciudad de Marrakech no muy alejada de su vértice sureste. Toma sin duda su nombre por ser la salida al camino que conduce a la ciudad de Agmat, situada a poco más de 30 Km y núcleo urbano principal de la región antes de la fundación de Marrakech. Su estructura es semejante al grupo de puertas que se pueden considerar que formaron parte de la primera muralla almorávide de la ciudad, pese a haber sido objeto de reformas y ampliaciones. De hecho, esta puerta y la Bāb al-Dabbāgīn son las dos únicas puertas del recinto a las que se les dotó de una barbacana externa que protege y dificulta el acceso a la puerta propiamente dicha.
Lo que podemos considerar el núcleo principal de la puerta es una una torre rectangular adosada a la muralla por su cara exterior y que presenta la apertura de acceso por un lateral, el oeste, no dando por tanto frente a quien se aproximaba a la ciudad. Esta torre presenta un frente de 15 m y sobresale 5 m de la alineación exterior de la muralla, que por el lado oriental posee un espesor de casi dos metros mientras que por el occidental se ve reducida a un muro de tan solo 0,90 m de ancho. Este cuerpo externo está acompañado por un volumen de forma y dimensiones similares, con dimensiones de 14,10 x 5,50 m, adosado por la cara interna de la muralla. Este núcleo inicial, que pudo haberse construido en dos fases, ha sufrido transformaciones que han modificado su apariencia. Por el frente sur se le adosaron dos cuerpos macizos con forma de torrecillas, de planta cuadrada de 4 m de lado, que algún autor ha propuesto que formaron parte de un intento de abrir una puerta frontal en el paramento sur, algo que en todo caso nunca se materializó pues no existe indicio alguno de tal abertura. En algún momento posterior, a la torre más occidental se le adosó la estructura de la puerta de una barbacana compuesta por estos añadidos al cuerpo principal del bastión y un muro con forma de L que va a cerrar contra la muralla del lado oeste. Encierra este muro una pequeña plaza o explanada de 15,00 x 8,80 m dispuesta delante de la puerta y que obligaba a quienes querían alcanzarla a realizar dos quiebros en su recorrido, que con los otros dos que tiene la puerta en su interior la convertía en un acceso acodado con cuatro giros.
Todo el remate superior del bastión queda marcado por una imposta horizontal que recorre todo el perímetro unificando los añadidos, y sobre la que se levanta el parapeto de la terraza, que es sin duda de factura moderna al presentar dispositivos propios del uso de armas de fuego. Así, en el parapeto se abren una serie de aspillera abocinadas hacia el interior y recercadas exteriormente por un recuadro rehundido. Entre estas se sitúan aberturas de mayor tamaño para la colocación de pequeños cañones: tres orientadas al sur, y dos hacia el este. El parapeto se corona con otra imposta que sirve de base a una crestería de pequeñas almenas escalonadas de función más estética que defensiva. El perímetro que da al interior de la ciudad y a la barbacana carece de parapeto.
La puerta del recinto más externo o barbacana, está formada por dos arcos paralelos con forma de herradura y escasísimo apuntamiento. El que da al exterior tiene una arquivolta simple enmarcada por un alfiz formado por dos resaltes. Un simple listel remata superiormente la composición sin que se definan límites en los laterales, quizás por haber quedado enmascarados por la restauración reciente que ha recubierto todos los paramentos con un mortero uniforme. El arco interior carece de decoración. Entre ambos queda el espacio para el giro de los portones que quedaban enrasados con las jambas de los arcos cuando se encontraban abiertos. La jamba derecha del arco interior ha desaparecido por haberse achaflanado ese ángulo para facilitar el paso de vehículos, razón que también motivó el derribo de parte de la muralla dentro de la barbacana para poder así evitar el paso por el interior del bastión de la puerta.
El arco de la puerta exterior, ya en el bastión, se encuentra actualmente tapiado con un tabique de escaso espesor y su forma solo puede distinguirse por el interior. En el frente externo solo se aprecia el recuadro rehundido que formaba el alfiz que la recercaba. Parece que no contó con arquivoltas ni ningún otro elemento decorativo. Actualmente, una ventana es la única comunicación que existe entre ambos lados. Por el interior del bastión sí se comprueba que, tanto el arco exterior de la puerta como el que lo acompaña en paralelo, son de herradura y ligeramente apuntados. Su anchura es de 2,85 m el exterior y 3,17 en interior. El espacio que queda entre ambos, destinado al giro de los portones, se cubre con una bóveda de espejo que arranca de un saliente con forma de nacela. Conserva una viga adosada al arco exterior con las gorroneras para el giro de los portones.
Una vez traspasada la puerta se accede a una sala alargada de 8 m de largo por 3,50 m de ancho cubierta con una bóveda de arista empalmada con otras dos media bóvedas del mismo tipo. En la pared del fondo hay un nicho con forma de arco de escasa profundidad. En la pared de la derecha se abre una puerta moderna que comunica con el exterior. A mano izquierda, un arco de 3 m de luz y tan solo 2,60 m de altura, ligeramente abocinado, atraviesa el espesor de la muralla y comunica con la parte del bastión situada en el interior del recinto. Esta parte está ocupada por un espacio a cielo abierto en el que se ubica la escalera de subida a la terraza y en su lado opuesto la puerta de salida hacia la medina. El arco de acceso al patio tiene por su lado un tosco alfiz formado por una platabanda en relieve. La escalera arranca frontalmente para girar a la derecha y, tras otro giro, seguir subiendo por una rampa que discurre dentro del muro oriental del bastión, aunque siempre a cielo abierto.
En el lado izquierdo, según se accede al patio, hay otro arco apuntado que actualmente apenas tiene forma de herradura, aunque muy probablemente la tuvo; otro segundo paralelo al anterior, de 3,13 m anchura, constituye la puerta de salida hacia la ciudad y con el anterior delimitan el espacio para el giro de los portones con los que se cierra esta puerta. La bóveda que cubre el espacio entre ambos arcos es también de espejo.
El arco exterior de esta puerta que da hacia la medina es de herradura apuntada que arranca de unas pequeñas impostas de piedra con forma de nacela. Su rosca aparenta estar formada por dovelas de piedra que en realidad están pintadas, fingiendo con sus juntas que cada dovela está formada por dos piedras. El arco, muy probablemente, es de ladrillo. Lo enmarca un simple alfiz formado por una banda horizontal y dos verticales que arrancan a la altura de las impostas y fingen ser de ladrillo. En el centro de las albanegas hay unos caligramas inscritos dentro de un cuadrado. Remata la portada una platabanda con ladrillos dispuestos a sardinal y una moldura con forma de nacela rematada por dos platabandas en salientes sucesivos que coronan todo el cuerpo intramuros del bastión. Las esquinas de este están achaflanadas con un remate de mocárabes dispuesto cerca de la cornisa.
La Bāb Agmāt es una puerta de estructura simple que puede incluirse en el grupo de las dispuestas en la zona sureste del recinto amurallado de Marrakech. Se aloja dentro de una torre o bastión adosado a la muralla por su parte externa y con acceso por su lado occidental lo que hace que la puerta exterior no se presente frontalmente a quien a ella se acerca. Se complementa con otro cuerpo adosado a la muralla por el interior y que está ocupado por un patio y la escalera de subida a la terraza. Fue reforzada primero con dos torres y después con una barbacana externa en época ya tardía. El recorrido al que se ve obligado quien transita por su interior era inicialmente de doble recodo, primero con giro a la izquierda y después de nuevo a la izquierda saliendo del bastión por el mismo lado que la entrada, pero en dirección opuesta. Su paralelo más inmediato son las otras puertas construidas en el mismo recinto de Marrakech, Bāb Aylān y Bāb al-Dabbāgīn, ambas próximas a esta y ubicadas en la zona suroriental de la ciudad. Como en los otros casos surge la pregunta de si las dos partes que forman el bastión se construyeron en el mismo momento. Si el cuerpo más interno fuera de época posterior se plantea, como en los otros casos, el problema de que con esa forma el bastión no disponía de cierre por el lado de la medina haciendo vulnerable la puerta a ataques desde el interior de esta, algo que siempre se trató de evitar en todas las construcciones similares de este periodo. Podría pensarse que así fue la disposición inicial y que ante su debilidad pronto se reformó añadiendo la construcción de una estructura complementaria por la parte interior del recinto. Es esta una hipótesis que puede aplicarse también a las otras dos puertas antes mencionadas. Cabe por tanto pensar que al menos la parte exterior de la puerta formó parte de la muralla primitiva de época almorávide. La parte interior pudo ser añadida poco después quizás ya en el periodo almohade cuando se generaliza que las puertas urbanas dispongan de doble cierre, hacia el campo y hacia la ciudad, convirtiéndolas en pequeños castillos con capacidad defensiva autónoma. No obstante, esta disposición parece que ya está presenta en construcciones almorávides como la puerta oriental de la fortaleza de Zagora. No puede olvidarse tampoco que esta puerta resulta también muy semejante a la Bab al-Rubb, si consideramos la hipótesis de que su acceso desde el exterior se hacía por el arco más occidental, pues tendrían en común el orden en que se sitúa el patio y el hecho de que ambas puertas, la exterior y al interior, se abren en la misma dirección.
Antonio Almagro