Bāb al-Majzan

Población: Marrakech
Provincia:
País: Marruecos
Coordenadas geográficas: 31.623113 / -7.999520
Tipología: arquitectura militar
Nº inventario: K742


La puerta de Bāb al-Majzan se abre en el frente occidental del recinto amurallado de Marrakech, casi en el centro de un largo frente de muralla rectilínea de más de un kilómetro de longitud. Este acceso de la ciudad es el que queda más próximo al Qasr al-Hayar, en donde se encontraba el centro político de la ciudad y de los dos imperios que tuvieron a Marrakech como capital, casusa sin duda del nombre asignado a esta puerta.

Como la Bāb al-Raḥāʾ esta puerta se encuentra también muy mutilada pues ha perdido el bastión que la conformaba e incluso el arco de la puerta exterior, conservando solo las dos torres que la flanquean que son semi-octogonales y están parcialmente reconstruidas. En la actualidad hay un gran arco de ladrillo que permite el cómodo paso de vehículos a un complejo hotelero; sin duda sus dimensiones son mucho mayores que las que debió tener el primitivo. Este arco podría emular una arquivolta como la que tiene la Bāb al-Raḥāʾ. El arco queda en la misma línea de la muralla y las torres sobresalen como todas las que jalonan su recorrido. El resto del bastión, hoy desaparecido, se desarrollaba en la parte interior del recinto.

Los investigadores franceses Charles Allain y Gaston Deverdun excavaron en 1951 las estructuras del bastión lo que nos permite conocer al menos su planta. Según refieren toda la zona entre las dos torres de flanqueo parecía haber sido objeto de reconstrucción con fábrica de ladrillo y tapia de muy mala calidad, por lo que suponían que pudo ser en origen similar a la Bāb al-Raḥāʾ realizada con mampostería. Las torres son macizas hasta la altura de los adarves de las murallas contiguas. Al parecer la torre norte, única que se conservaba tiene un revestimiento de mampostería de piedra, sin que sepamos si es de origen o si se trata de un refuerzo posterior, algo no comprobable pues todo el conjunto, salvo el arco moderno de ladrillo, está recubierto con mortero uniforme de color ocre-rosado. Ambas torres tienen una zarpa de más de un metro de altura y casi otro tanto de saliente. Por encima de la zona maciza los muros de las torres tienen un espesor de entre 1,00 y 080 m, resultando su planta muy irregular. Presentan retalles como para apoyar forjados de madera, aunque a cotas muy desiguales. A la altura del final de la parte maciza hay una serie de troneras en forma de arcos que podrían ser saeteras ensanchadas para colocar piezas de artillería

El frente entre las torres tiene una anchura de 9,25 m; estas sobresalen alrededor de 4,25 m respecto al plano de la muralla y tiene una anchura de unos 6, 20 m la situada al norte y 5,77 m la sur.  El arco actual, de medio punto, tiene una luz de 5,50 m aunque seguramente no tiene nada que ver con ninguna estructura original de la puerta. Las excavaciones realizadas por Caillé y Deverdun sacaron a la luz la forma del bastión que se desarrolla intramuros, Contaba con un primer espacio de acceso recto en el que girarían los portones de cierre de la puerta. En el lateral norte identificaron el arranque de una escalera para acceder a las terrazas, que quedaba oculta tras el portón de cierre cuando este estaba abierto, solución presente en otros casos como la puerta de Dar al-Sultán, la Bāb al-Raḥāʾ y la Bāb Dukkāla en el mismo Marrakech o la puerta de Belén en Córdoba, aunque en estos dos últimos casos la escalera arranca junto a la puerta interior y no en la exterior. Tras este espacio había otro ámbito rectangular de unos nueve metros de largo por cuatro de ancho, dispuesto transversalmente, por el que, girando a la izquierda, se alcanzaba la puerta que daba salida hacia el interior de la medina. En el lateral oriental de ese espacio había un pórtico con tres vanos mientras en su lado sur existía una habitación que pudo ser cuerpo de guardia. No hay certeza sobre si el espacio principal del bastión estuvo cubierto o fue un patio.

La tipología de las torres con forma octogonal, la apertura de la puerta frontalmente y la situación del bastión dentro del recinto sin sobresalir de la alineación de la muralla permiten considerar a esta puerta de construcción almohade. Respondería, como la Bāb al-Raḥāʾ, la Bāb Dukkāla y la Bāb al-Jamīs a un programa de refuerzo de los frentes norte y oeste de la ciudad con el que se pretendería igualmente dar una imagen de gran urbe mediante la monumentalización de las puertas, cuyo acceso se presenta claramente visible para quien se aproxima a ellas.

Antonio Almagro


Bibliografía:
  • Allain, C. y Deverdun, G., "Les portes anciennes de Marrakech", Hespéris, 44 (1957): 85-126.
  • Deverdun, G., Marrakech des origines à 1912. Rabat: Editions Techniques Nord-Africaines, 1957.
  • Marcos Cobaleda, M., Los almorávides. Arquitectura de un imperio. Granada: Editorial Universidad de Granada, 2015.
  • Triki, H., "Marrakech: Retrato histórico de una metrópolis medieval. (Siglos XI-XIII)", en R. López Guzmán (coord.), La arquitectura del Islam occidental, pp. 93-106. Barcelona: Lunwerg, 1995.
  • Villalba Sola, D., La senda de los almohades: arquitectura y patrimonio. Granada: Editorial Universidad de Granada, 2015.
  • Wilbaux, Q., La médina de Marrakech: formation des espaces urbains d'une ancienne capitale du Maroc. París: L’Harmattan, 2001.