Bāb al-Jamīs

Población: Marrakech
Provincia: Marrakech
País: Marruecos
Coordenadas geográficas: 31.639459 / -7.985657
Tipología: arquitectura militar
Nº inventario: G742


La Bab al-Jamis se encuentra situada próxima a la esquina noreste del recinto amurallado de la ciudad de Marrakech mirando prácticamente hacia el norte. Su nombre original fue Bāb Fās, indicando que por ella salía el camino que se dirigía hacia Fez, la gran ciudad del norte de Marruecos. Su posición y su tamaño indican claramente que se trata de una de las puertas más importantes de la medina. Esta puerta, a diferencia de Bab Tagzut, también situada en el frente septentrional de la medina, siguió comunicando directamente la medina con el campo aún después de la construcción de la muralla que cerraba el arrabal norte desarrollado alrededor del complejo socio-religioso de Sīdī Abu al-‘Abbās.

La estructura de la puerta está constituida, como en todas las demás de la ciudad, por un bastión independiente y autónomo respecto a los lienzos que a él acometen. El bastión lo forman dos torres rectangulares que sobresalen de la línea de la muralla y el cuerpo del bastón propiamente dicho que se adosa a ésta y se desarrolla por la parte interior del recinto. Las torres tienen 7,10 m de frente sobresaliendo 5,15 m respecto al frente de la muralla. La muralla que cerraba el arrabal antes citado arranca de la torre más oriental para dirigirse hacia el norte.

El frente exterior de la puerta ha sido objeto de restauraciones recientes que hacen imposible cualquier análisis arqueológico de los paramentos y que además parecen haber bastardeado los escasos elementos decorativos de la puerta al recubrirlos de mortero con un tosco perfilado de los contornos de arcos y lóbulos. Además, por las proporciones que hoy presentan los arcos, puede asegurarse que el nivel del suelo ha tenido que sufrir una importante sobreelevación.

Entre ambas torres queda un frente 10,30 m que presenta tres sucesivos retalles antes del plano en el que se abre el arco exterior de la puerta. El primero lo forman dos pilastras adosadas en los ángulos que forma este frente con las torres. Dichas pilastras parece que remataban en ménsulas hoy recortadas y convertidas en pequeños salientes sobre los que apoya una imposta recta que bordea todo el conjunto incluyendo las torres. Dicha imposta parece marcar el inicio del parapeto de la terraza que por su apariencia parece obra moderna, ya que está dotado de aspilleras y troneras para el uso de armas de fuego. Este parapeto se corona con almenas escalonadas de pequeño tamaño que son claramente elementos ornamentales y no defensivos. Toda esta parte superior puede relacionarse con una intervención producida en los primeros años del siglo XIX y documentada en una inscripción epigráfica.

El siguiente retalle lo forma una arquivolta de medio punto bastante deformada y sin ningún detalle que reseñar. Bordea ésta a otra más interior, que crea el tercer retalle, formada por un arco lobulado que arranca en el lado izquierdo de una imposta en nacela situada más alta que el centro de aquél, mientras que en el derecho se han añadido más lóbulos sin rematar en ninguna imposta. Esta asimetría parece el fruto de alguna burda restauración. Dentro de esta segunda arquivolta se abre el arco de la puerta, de medio punto, sin impostas salientes ni prolongación de herradura. Tiene 3,80 m de luz y 3,60 m de altura desde el umbral actual hasta la clave. El arco tiene pintados en su frente bandas rojas y blancas de igual anchura dispuestas radialmente simulando una rosca de ladrillo.

Este arco está acompañado por otro paralelo que delimitan la zona en que giran los portones de cierre. El espacio entre ambos se cubre con una bóveda de cañón. El segundo arco da paso a una habitación rectangular que se cubre con un techo en forma de artesa que semeja a una bóveda de espejo, pero cuyos lados inclinados no son curvos, sino rectos. Arranca de una platabanda vertical que vuela merced a una moldura de nacela.

La pared que se levanta frente a la entrada está hoy perforada mediante un arco de medio punto de apertura moderna abierto para facilitar la circulación directa a través del interior del bastión evitando los cuatro recodos que presentaba el recorrido original. En el muro de la izquierda hay un pequeño nicho con forma de arco mientras que por la derecha un arco que tiene casi el mismo ancho que la sala da paso a otra, de proporciones más cercanas al cuadrado, que se cubre con un techo similar al de la primera. En su lado derecho, según se entra, y en el frontal, hay nichos con forma de arco, mucho más profundo el del frente. En el lado izquierdo otro gran arco da paso a un espacio descubierto a modo de patio. En el lado derecho y en el del fondo hay también nichos mientras que en el izquierdo otro arco comunica con un cuarto espacio cubierto con una bóveda de arista. En su lado izquierdo está el arco de comunicación con la primera sala. En el frente hay un nicho con un cubículo en el centro y por la derecha se sale hacia la puerta que comunica con el interior de la medina.

Esta puerta, como la exterior, está formada por dos arcos entre cuyas mochetas quedan alojados los portones de cierre. El primer arco es de medio puntos sin impostas marcadas mientras el segundo es de herradura apuntada con impostas sobresalientes con forma de nacela. El especio intermedio entre ambos arcos se cubre con un techo troncopiramidal semejante al de las dos primeras salas. La anchura de esta puerta interior es de 3,68 m y su altura de 5,06 m.

La puerta que da al interior de la medina tiene su frente más decorado que la puerta exterior, o quizás menos alterado por deterioros e intervenciones modernas. El frente del arco tiene una parte lisa bordeada por un arco pintado de ladrillo, al que a su vez bordea un arco de lóbulos formados por dos tramas desfasadas de lóbulos más grandes alternados con otros menores. Esto produce la alternancia de lóbulos circulares con otros más pequeños apuntados. Las bandas que forman los frentes de los lóbulos se entrecruzan en una composición típica del arte almohade, aunque se ha seguido utilizando sin solución de continuidad hasta el presente. Bordeando los arcos hay un alfiz formado por un saliente que a su vez queda enmarcado por un registro rehundido con recorridos verticales a ambos lados y horizontal en la parte superior. Todo queda limitado lateralmente por dos pilastras rematadas en ménsulas de escaso vuelo que a su vez tienen una cornisa en nacela que sirve de remate a toda la portada. Almenillas de perfil mixtilíneo forman el coronamiento de la portada.

La Bab al-Jamis es la puerta de estructura más compleja entre todas las que jalonan el recinto amurallado de Marrakech. Es una puerta de acceso frontal flanqueada por dos torres de planta rectangular. El recorrido interno es de cuádruple recodo, primero con un giro a la derecha y luego otros dos a la izquierda para girar finalmente de nuevo a la derecha y salir hacia el interior de la ciudad en la misma dirección en que se inició el recorrido. Su paralelo más inmediato son las puertas construidas en el gran recinto almohade de Rabat, y en concreto la Bab al-Ruwah y la Bab al-Had. La primera especialmente es la que más se le asemeja, por ocupar el patio sólo uno de los tres ámbitos por los que se desarrolla el recorrido y que este sea también el tercero de ellos. Lo que las diferencia es la organización simétrica de una respecto de la otra.

Wilbaux, siguiendo a Allain y Deverdun, sostiene la hipótesis de que la puerta pudo estar construida en dos fases, una primera almorávide que consistiría en una puerta de recodo simple con salida lateral hacia la medina por el lado occidental. Aducen la existencia de un arco en el frente exterior de ese lado hoy imposible de reconocer por existir construcciones adosadas. Esa puerta de salida coincidiría con el nicho frontal existente en la segunda sala interior. A esta primera construcción se le habrían añadido en época almohade las estructuras para formar el cuádruple recodo. Sin que podamos contradecir totalmente esta hipótesis, hoy difícil de verificar, resulta cuando menos chocante que la puerta de salida hacia la ciudad sería de notable menor tamaño que la exterior y que por el grosos de los muros carecería de espacio para disponer dos arcos entre los que alojar los portones de cierre como es habitual en estas construcciones, por lo que habría que suponer que el bastión carecería de cierre por el lado de la ciudad.

Por las dimensiones y por su estructura, muy semejante a las puertas de la gran fundación almohade de Rabat antes mencionadas, esta puerta puede ser considerada como obra almohade que formaría parte de un proyecto de refuerzo y monumentalización de los accesos a la capital imperial precisamente en donde llegaban los caminos provenientes de las zonas más trascendentales por las que se extendía el dominio almohade.

Antonio Almagro


Bibliografía:
  • Allain, C. y Deverdun, G. 1957: "Les portes anciennes de Marrakech", Hespéris, 44, pp. 85-126.
  • Deverdun, G. 1959-1966: Marrakech des origines à 1912. Editions Techniques Nord-Africaines, Rabat.
  • Marcos Cobaleda, M. 2015: Los almorávides. Arquitectura de un imperio. Editorial Universidad de Granada, Granada.
  • Triki, H. 1995: "Marrakech: Retrato histórico de una metrópolis medieval. (Siglos XI-XIII)", en R. López Guzmán (coord.), La arquitectura del Islam occidental, pp. 93-106. Lunwerg, Barcelona.
  • Villalba Sola, D. 2015: La senda de los almohades: arquitectura y patrimonio. Universidad de Granada, Granada.
  • Wilbaux, Q. 2001: La médina de Marrakech: formation des espaces urbains d'une ancienne capitale du Maroc. L’Harmattan, París.