Mezquita aljama de Salé

Ŷamaʿ al-Aʿdam / Masyid al-Talʿa

Población: Salé
Provincia:
País: Marruecos
Coordenadas geográficas: 34.040193 / -6.827370
Nº inventario: 726


Una inscripción situada en el interior de la mezquita sobre el parteluz del arco central que da acceso a la sala de oración desde el patio, dice que "Esta mezquita mayor fue fundada en el año 420 de la Hégira" (=1029-1030 d. C.). La grafía moderna del epígrafe indica que este dato proviene quizás de otra inscripción anterior, hoy perdida, o de alguna otra fuente. En todo caso se admite que la fundación de la aljama se debe al emir Tamim ibn Ziri al-Ifran al tiempo de la creación de la propia ciudad de Salé por los habitantes de la antigua ciudad romana de Sala Colonia, ubicada a escasos 4 km en la margen opuesta del rio Bu Regreg y que trasladaron su residencia a causa de las luchas tribales. De ese primer oratorio es posible que queden algunas partes en torno al actual sahn. No obstante, el edificio fue reconstruido por el califa almohade Abu Yusuf Yaqub al-Mansur en 1196. A esta intervención se debe la estructura actual de la mezquita que sigue el modelo de los oratorios almohades y en particular de la mezquita Kutubiyya de Marrakech, con la que tiene muchas similitudes. La construcción almohade, que no llegó a completarse en su plan previsto, ha sufrido numerosas intervenciones y transformaciones, sobre todo en época moderna, algunas a causa de ataques y bombardeos de la ciudad provocados por las represalias a la actividad corsaria de sus habitantes. La construcción inicial marcó sin duda la orientación del edificio actual que sigue el criterio tradicional de orientación sureste, a 124º respecto al norte, muy distinto del adoptado por los almohades en sus construcciones de nueva planta que oscila alrededor de los 155º.

El edificio se sitúa en la zona más elevada de la ciudad, sobre la altura de uno de los promontorios que bordean la línea de la costa y justo enfrente del que sirve de asiento a la qasba de Rabat. Como ya se ha indicado se atiene en su planta al modelo de las mezquitas almohades más comunes, con trece naves que siguen la orientación de la qibla y una nave transversal dispuesta junto al muro que marca esa dirección y en el que se sitúa el mihrab. Esa nave y la dispuesta en el eje del edificio son algo más anchas que el resto, determinando la característica disposición en T de estas mezquitas. En la intersección de ambas naves, justo delante del mihrab, el espacio cuadrado allí definido se cubre con una espléndida bóveda de mocárabes de yeso, muy semejante en su diseño a las de la mezquita Kutubiyya, y en particular a la situada en posición intermedia en el tramo oriental de la nave transversal. A semejanza de la mezquita de Marrakech, la de Salé también se planificó para haber contado con cinco cúpulas jalonando esta nave dispuesta junto al muro de la qibla, aunque sólo se llegó a construir la central.

Los arcos que forman la estructura general de las naves son de herradura ligeramente apuntados, con cuatro centros de curvatura y arranque en nacelas que sólo vuelan hacia el interior de los arcos, dando lugar a que los frentes de las arquerías sean totalmente lisos al carecer de alfices todos los huecos. Todas las arquerías longitudinales de la sala de oración están formadas por seis arcos. La arquería dispuesta en paralelo al muro de la qibla y que determina la nave transversal, está compuesta por arcos lobulados de 13 lóbulos todos ellos. Sólo el arco central que da acceso al espacio cubierto por la bóveda de mocárabes está formado por un doble arco mixtilíneo de formas vegetales o de lambrequines que deja un espacio intermedio decorado con sebkas incisas de hojas de palma. Arcos semejantes se disponen de forma transversal a lo largo de la nave paralela al muro de la qibla, definiendo los cinco espacios que sin duda se proyectaron con sistemas de cubrición semejantes al del centro de la nave.

En el brazo de esta nave del lado suroeste existe una anomalía pues el segundo tramo que queda entre los dos espacios destinados a tener cúpulas, está subdividido a su vez con un doble arco de lambrequines. Es difícil explicar esta variación que puede estar destinada a reforzar la estructura de las naves o quizás guarde relación con el adosamiento en este punto de la madraza construida por el sultán meriní Abul Hassan (r. 1331-1351). Otro detalle a resaltar es la existencia de dos arcos transversales en cada una de las dos naves adyacentes a la axial, que las dividen en tres tramos iguales correspondientes a dos arcos. Son de forma similar a los generales de las arquerías longitudinales y su función pudo ser el rigidizar transversalmente el conjunto de las arquerías de la sala de oración

Salvo el mihrab y el tramo de intersección de las dos naves que forman la T, todo el resto del edificio se cubre con armaduras de madera. En las naves de la T las armaduras son de par y nudillo con tirantes pareados. En el resto de las naves son de simples pares, sin hilera, pero también con tirantes pareados. La mayoría de los tirantes cuenta en sus apoyos con sencillos canes. Las dos armaduras adyacentes a la cúpula de mocárabes en la nave transversal son de artesa, con cuatro faldones y limas mohamares, mientras el resto de las estructuras se remata en muros piñón triangulares. Solo las armaduras de las naves de la T poseen alguna decoración que se limita a un sencillo menado en la tablazón que cierra el espacio entre los pares y a la presencia de dos pequeñas zonas de almizate con decoración de lazo apeinazada. Una se sitúa en la nave axial, en una posición descentrada, ligeramente desplazada hacia el patio, y ocupa el espacio correspondiente a seis pares y las cinco calles intermedias. La otra aparece en lo que debía ser el espacio intermedio destinado a cubrirse con mocárabes, en el lado noreste de la nave transversal. En este caso la decoración atañe a cuatro pares y las tres calles correspondientes. De factura algo distinta es la armadura de artesa que hay al lado suroeste de la bóveda de mocárabes. Aunque su forma estructural es semejante a la dispuesta en posición simétrica, tiene la particularidad de estar policromada y tener el almizate recubierto con una tablazón pintada con decoración geométrica de lazo bastante simple. No es posible discernir si estas estructuras corresponden a la obra original almohade o si son fruto de reparaciones más tardías, aunque la sencillez de las formas permite suponer que, si se trata del segundo supuesto, estas reparaciones debieron respetar la disposición original. En todo caso, la decoración de la armadura del sureste del mihrab es sin duda de época alauí ya que la sustitución de la decoración de lazo apeinazada o ataujerada por pintura sobre tablazón lisa es característica de esta época avanzada.

Los tejados que cubren las naves de la mezquita son todos a dos aguas y no están recubiertos de tejas, sino que están realizados con un mortero de cal tipo "dess" formando diedros cuyas aristas se disponen en la dirección de máxima pendiente. Solo el cuerpo que alberga la cúpula de mocárabes y que emerge sobre el resto de las cubiertas está recubierto de tejas cerámicas vidriadas de color verde. El sistema de recogida de pluviales se realiza por canales dispuestos sobre las arquerías que vierten a un canal frontal que recorre la fachada al patio que a su vez desagua en bajantes adosadas a los contrafuertes centrales.

La sala de oración cuenta actualmente con siete puertas, tres en cada lado y una en el muro de la qibla, al suroeste del mihrab, que es, sin duda, la más frecuentada ya que se abre en la dirección del centro de la medina. Existen otras dos puertas en las zonas de prolongación de la sala de oración que rodean el patio. Salvo tres de ellas, el resto forman protuberancia hacia el exterior y cuentan con arquivoltas y alero con tejaroz, todo ello de cantería. Las tres que abren hacia el suroeste son de factura más sencilla, una cantería menos cuidada y todas tienen similar diseño. Podrían corresponder a la construcción almohade. Las dos puertas con arquivoltas del lado noreste son claramente más tardías a juzgar entre otras cosas por los capiteles de las semicolumnas que poseen, que son del tipo meriní-nazarí pero de forma muy cabezona. Por su buen estado de conservación parecen estar hechas en época reciente, quizás durante la renovación del edificio efectuada en el siglo XIX. La puerta del lado sureste, abierta cerca del mihrab, parece también post-almohade, quizás de época meriní. Las puertas que carecen de encuadre de cantería son presumiblemente también de apertura tardía.

Lo descrito hasta ahora corresponde a lo que podemos considerar obra almohade. Como en otras mezquitas, varias naves de los extremos de la sala de oración debían prolongarse flanqueando el patio. Pero en este edificio, la continuidad de las arquerías no se produce. Existe, como es normal, unas arquerías a ambos lados como prolongación de la fachada de la sala de oración hacia el patio. Pero a partir de ella, la estructura del edificio pierde la simetría y se vuelve confusa. En el lado suroeste existen cuatro naves con arquerías de módulo menor que el de la sala de oración cuya anchura total equivale a tres naves y media de las del cuerpo principal del oratorio. Esto provoca que la fachada de la sala de oración hacia el patio quede asimétrica apareciendo con tres arcos a la izquierda del vano central y sólo dos a la derecha más un paño ciego equivalente a medio arco. Esta parte de la mezquita hoy destinada al rezo de las mujeres, parece ser un residuo de la primitiva mezquita. El módulo menor de sus arquerías y la anchura más reducida de sus naves parecen confirmarlo. Da la impresión que se debió conservar esta parte del oratorio anterior para su uso mientras se construía la obra almohade, con idea de que después se demolería para prolongar las naves de la nueva mezquita y conformar así un patio regular. Esta fase final no llegaría a realizarse habilitando un sistema de arcos en su muro sureste para comunicar ambas construcciones dando lugar al extraño dispositivo de conexión de los espacios.

Más confuso aún, si cabes, es lo que ocurre en el lado opuesto del patio. Aquí existen tres naves, aunque tampoco se disponen exactamente como prolongación de las de la sala de oración. Además, las dos arquerías que separan las naves son de módulos completamente distintos, teniendo una cuatro arcos y la otra siete. Asimismo, su dirección está ligeramente girada hacia el sur respecto al resto del edificio. Resulta difícil encontrar una explicación a estas anomalías sin contar con información documental o un análisis arqueológico de las fábricas, hoy imposible al estar todas perfectamente recubiertas y pintada su superficie. El pórtico del patio hoy existente en el lado opuesto a la sala de oración es de factura muy reciente pues no aparece en fotografías de la primera mitad del siglo XX.

El edificio actual cuenta con tres patios. Uno es el que podemos considerar habitual en estos edificios, al que se abre la sala de oración mediante grandes arcos, uno por cada una de las naves. Ya hemos indicado que el patio resulta asimétrico respecto al oratorio al presentar solo seis y no siete de estas aperturas. La que corresponde a la nave axial no está formada por un solo arco sino por dos que apoyan en una columna central a modo de parteluz. Esta tiene un fuste de mármol que sostiene un capitel procedente de expolio y de indudable procedencia andalusí, por tratarse de una producción califal cordobesa. El patio tiene forma trapecial ya que el lado noreste es más corto que el suroeste, sin duda por razones de no disponibilidad del espacio adecuado para regularizarlo. Las fachadas laterales son de muy distinta factura y composición denotando momentos de construcción distintos.

La mezquita cuenta con dos espacios dispuestos a ambos lados de ella que están cerrados con tapias conformando dos patios, semejantes a ziyadas o espacios que separan ciertas mezquitas del resto de edificaciones no religiosas, algo inusual en el Magreb. A través de ellos se accede a las puertas laterales de la sala de oración. Dos puertas en cada uno los comunican con la calle. Estos patios han sufrido reformas en época reciente según se desprende de la observación de fotografías de la primera mitad del siglo XX. En concreto se construyeron arcos ciegos adosados al muro de la mezquita que unen las portadas produciendo una fachada enrasada que recuerda soluciones como las de la parte inicial de la mezquita Kutubiyya, las fachadas oeste y norte de la de la Qasba de Marrakech o de la mezquita Hassan de Rabat, pero que en absoluto corresponden en este caso a la obra original. También se han construido edificaciones precedidas por pórticos en los lados menores de estos espacios.

Además del capitel mencionado y fuera de lo descrito en techos y puertas no existen en la mezquita otras decoraciones más que en el mihrab y su espacio inmediato. La fachada del mihrab y los frentes de los arcos que conforman el espacio cubierto con mocárabes están recubiertos de yeserías que por su aspecto parecen de fecha muy reciente. Pese a su buena ejecución resultan monótonos y de escasa creatividad si los comparamos con los muy escasos restos de ornamentación que podemos considerar almohades. Estos se reducen a pequeños registros de yesería existentes en los arranques de la bóveda de mocárabes y a la decoración de sebka incisa con motivos de hojas de palma, que recubre el intradós de los arcos de lambrequines. Son de resaltar los atauriques calados existentes en dos arquillos de cada lado de la base de la bóveda, algunos de los cuales pudieron funcionar como celosías ya que al menos en el lado de la qibla se conservan en el exterior huecos cegados que pudieron proporcionar iluminación al interior a través de estas yeserías.

La decoración actual contiene dos registros epigráficos. Uno que recorre la base de la bóveda con el texto repetitivo del lema nazarí: Wa-la galiba illa Allah (Solo Dios es Vencedor). En la parte inferior y por encima del friso de alicatado hay una cenefa que recorre también el interior del mihrab con el texto coránico: Corán 22, 77-78 (azora al-Hayy (la Peregrinación), aleyas 77-78, que son las dos últimas de la azora.

En el actual mihrab, sólo la bóveda de mocárabes que lo cubre puede considerarse almohade. La decoración parietal es similar a la de la fachada. Cabe imaginar que originalmente, sobre una zona inferior lisa se dispondrían arcos ciegos con perfil de palmas sustentados por columnillas muy estilizadas como pueden encontrarse en los espacios semejantes que han conservado su decoración primitiva. También se echa en falta la presencia de columnas sustentando el arco de embocadura. En la fachada que rodeaba a este es muy probable que existiera un friso de arcos, en su mayoría ciegos, pero de los que alguno comunicaría con los huecos que aún existen en el exterior, a través de celosías de yeso.

A ambos lados del mihrab, entre las columnillas que sirven de apeo de los arcos de lambrequines, se abren dos puertas, como suele ser habitual en las mezquitas almohades. La del lado derecho da paso a un espacio largo y estrecho en el que se guarda el almimbar móvil que sirve para la predicación de la jutba. La puerta del lado izquierdo da acceso a las dependencias del imán. Debido sin duda a la estrechez de esta puerta, se ha abierto otra moderna más amplia a apenas metro y medio más a la izquierda. Otra puerta similar en posición simétrica cierra una alhacena.  

El actual alminar, situado en medio del patio del lado noreste, es una construcción contemporánea, de mediados del siglo XIX según se desprende de los epígrafes existentes en su exterior sobre la puerta de entrada y que contienen el siguiente texto: “Allah. Loor a Dios Único. Ruegue Dios por nuestro señor Muhammad y su familia. Este alminar fue construido por orden del Príncipe de los Creyentes, nuestro señor `Abd al-Rahman ibn de nuestro señor Hisham, a quien Dios preste su ayuda en 7 de yumada al-`ulà del año 1256” (9 mayo 1840). El constructor es sin duda `Abd al-Rahman ibn Hisham (n. 1789), sultán alauí de Marruecos que reinó entre 1822 a 1859. La estructura interna de la torre responde al modelo de alminar almohade con escalera que sube en torno a un núcleo central que aloja pequeñas cámaras. De la terraza surge un segundo cuerpo retranqueado que cubre el desembarco de la escalera y se remata con una cubierta bulbosa y un yamur. Está construido con buena cantería de piedra local.

Esta mezquita es, en su disposición, una clara derivación de la mezquita Kutubiyya de Marrakech. De tamaño algo menor al contar con solo 13 naves en lugar de 17 pero con similar número de arcos en sus pórticos. La organización de la nave transversal inmediata al muro de la qibla es también semejante. Pese a su indudable interés es sorprendente la escasa referencia que se ha hecho a este edificio en la literatura científica, sobre todo si tenemos en cuenta que corrobora muchas de las características de otras mezquitas contemporáneas. Por ejemplo, la disposición de una armadura única y continua en la nave axial ratifica nuestra hipótesis de que una solución semejante fue la que tuvieron en su origen tanto la mezquita Kutubiyya como la de la Qasba de Marrakech. También la disposición de cinco espacios para ser cubiertos con bóvedas de mocárabes, aunque no llegaran a completarse, muestra que este modelo, además de en la Kutubiyya y en Salé, fue seguramente el que se adoptó en la mezquita almohade de Sevilla, es decir, en los casos en que el número de naves era igual o mayor de trece.

 

Antonio Almagro


Bibliografía:
  • Mrini, Driss; Alaoui, Ismaïl. Salé: cité millenaire. (Rabat: Editions Eclat, 1997): 45–46
  • Mouline, Saïd. "Rabat. Salé – Holy Cities of the Two Banks". The City in the Islamic World. Vol. 1. (Brill, 2008): 643–662